jueves, 6 de enero de 2011

De aquí pa´allá…

El fulanito ya se animó a dar sus pasos solito, de repente se queda parado sin recargarse de nada sin mayor problema pero cuando se percata de que no está sostenido con o contra algo hace como que pierde el equilibrio y prefiere sentarse en el piso. Después de navidad nos dio la sorpresa y el chamaco se enfiló para salir corriendo al otro extremo del departamento de sus abuelos, todos los asistentes le celebraron semejante triunfo por lo que se la pasó el resto del día caminando e incluso corriendo sin ayuda de nadie. Después el fulanito ya no quiso caminar solito, como que quedó con cruda de tanta caminata, aparte de que quiere público para que le hagan fiestas. En año nuevo vinieron los familiares de Má a pasar el día ahí nos dimos cuenta que el chamaco este quiere publico para caminar porque en cuento le aplaudieron y le gritaron se soltó y dio sus pasitos alrededor de la mesa.

Después nos dejó ver que le daba mucho miedo y cada vez nos agarraba más fuerte de la mano para no soltarse…no le gustó nada que lo pusiéramos a caminar solito así que Má y yo decidimos no presionarlo y dejar que el fulanito nos marcara el paso que quiere llevar, literal, en esto de la caminada. Así el chamaco se animó a dar sus pasitos del mueble de la tele a la cama o de su juguetero a la puerta y cuando se da cuenta de que puede hacerlo solo se encarrera y se la pasa un buen rato caminando por todo el departamento.

Debemos confesar que un factor bien importante para su caminada fueron los tenis, el fulanito al principió sólo se soltó si tenía puestos unos tenis de colores que le regaló su tío (mi hermano) y le encantan, así que son algo así como la pluma mágica de Dumbo y el fulanito se siente muy seguro con ellos. Otros zapatos están a punto de no quedarle y creo que se sentía muy incomodo así que decidía no caminar y sentarse en el piso. Fue muy importante darle los tenis/zapatos que le gustaban pero sobre todo con aquellos con los que sentía seguro, de esta manera ha caminado más y ya con cualquier zapato, que le quede bien, por supuesto.

Ahora sí, en cualquier momento el fulanito ya no necesitará de nuestra ayuda y andará corriendo de un lado a otro con nosotros detrás de él (puedo visualizar perfecto la escena) nomás para evitar que se lastime en lo que coordina mejor, porque con todo y todo aun no le mide pero ya se recorre el pasillo completo, su cuarto, nuestro cuarto e incluso va directo a la lavadora para bailar frente a ella cuando está prendida.

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